viernes, 18 de septiembre de 2015

URUGUAY DEL 900


Recordemos:
                    CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO
                    INMIGRACIÓN
                    FIN DE LAS GUERRAS CIVILES
                    REPRESIÓN AL GAUCHO

Algunos conceptos:
"Europeización" de las costumbres.
"Disciplinamiento": fin de la sensibilidad "bárbara", nacimiento de la sensibilidad "civilizada".
Nacimiento de la privacidad
Represión de la sexualidad: hacia el descenso de la natalidad.

Las "clases conservadoras": la clase alta 

Unas 1.300 familias que poseían el 40% del suelo.


Club Uruguay en la calle Sarandí
Paseo por la calle Sarandí

Palacio Taranco en 25 de mayo y Solía
Museo Blanes, Prado
Playa Pocitos


 Comenta una “dama” del 900, Josefina Lerena Acevedo de Blixen: “Yo era todavía una colegial, pero debía acompañar a una tía ya que ninguna mujer soltera debía salir sola a esas horas... Las señoritas paseaban en grupos...”. En las playas también se solían separar los sexos. “Empezó por aceptárselas [a las playas] como para prevenirse de las enfermedades del invierno, cuidando que el sol no afiebrara las cabezas y no diera a los cuerpos la horrible pátina del bronce. Así, la gente trataba de ir temprano, como máximo a las 8 y hasta en los días nublados abría las sombrillas. Prudentemente los médicos sostenían que el baño de mar debilitaba, y que no debía durar más de 5 minutos...”.  Los rigurosos trajes de baño femeninos, a usarse en zonas de baño separadas para mujeres y hombres, hacían que estas mujeres parecieran sin cuerpos y sin caras. Cuando el tranvía pasaba de una zona de baño a otra y por lo tanto, por encima del baño de los hombres, las madres decían a sus hijas que no miraran hacia el lado del mar. Y las niñas, obedientes, bajaban los ojos.

El noviazgo:
“la lámpara encendida, con la madre tejiendo o cosiendo frente a ellos y oyendo, aburrida, tontos monosílabos y sin que nunca las manos de los enamorados se tocaran, estarían hasta las 11, hora en el que el padre cerraría el diario demostrando que era el momento de retirarse”.  J.P.Barrán



Los sectores populares:

 
        "Las cincuenta personas que viven en el conventillo de Galicia1117, son condenados a la mugre perpetua. Piezas insalubres, sin luz, escasez de agua, ratas y un ambiente impregnado de fétidos olores. Su dueño, Juan B. Introzzi, percibe mensualmente unos 200 pesos por concepto de alquileres. El Sr. Introzzi, propietario del conventillo, es dueño de casi toda la manzana, fuerte comerciante de plaza, establecido en Rondeau y Galicia y está construyendo un regio palacete junto al conventillo. En el conventillo hay dos waters, dos canillas de agua y una cocina de 0,70 por 0,50. Tiene 20 piezas y el alquiler oscila entre $7 y $10". (Diario Justicia, 1929)

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